En el facebook de una amiga, que conocí hace unos meses y que ahora está estudiando o trabajando en una universidad de Berlin, vi esta viñeta:
Me recordó también lo que una niña me contó este verano sobre un campamento de aprendizaje de idiomas en el que había estado: estudiando inglés había, con ella, cinco niños y niñas, mientras que en las clases de alemán había veinticinco.
Y es que oímos con bastante frecuencia gente hablar de que si esto sigue así habrá que emigrar a Alemania para encontrar trabajo. Pero aunque en el caso de mi amiga seguramente puede haber una posibilidad realista de hacer eso, debido a su buen nivel del idioma y al hecho de que en las universidades alemanas probablemente se dedique más recursos para atraer a buenos científicos para la investigación que aquí (sobre todo después de los últimos recortes), en la mayoría de los casos creo que constituye una esperanza bastante ilusoria.
Pienso que buscar trabajo en otro país en general significa una desventaja, por la cuestión del idioma, y porque uno carece de los contactos que tienen muchos de los nativos. Y también: ¿cómo podría un país absorber a todos los parados que se están produciendo cada día en la mayoría de los países europeos?
En este mes ha habido varios artículos interesantes sobre este tema en eldiario.es, donde podemos leer las experiencias de arquitectos o enfermeros que han tenido que trabajar un montón de horas a la semana con contratos de “prácticas” por sueldos con los que es imposible vivir. Un representante sindical también clarifica que en casi todas las profesiones ya hay más parados que ofertas de empleo, que el desempleo total es de unos 5 millones de personas, y que en mayo 2011 había 22.000 ingenieros alemanes en paro. Y sin embargo se sigue manteniendo el discurso de que en Alemania hay muchas oportunidades para “inmigrantes cualificados”, porque así los empresarios tendrán más facil el abaratar los sueldos.
Y unos datos publicados en Público: en los primeros seis meses de este año, un poco más de 11.000 españoles emigraron a Alemania, 53 % más que el mismo período el año pasado.
Por supuesto me parece muy bien que exista la posibilidad de emigrar a otro país, pero porque uno quiera (y sin hacerse ilusiones de que todo vaya a ser muy facil), no porque el país de origen le expulse a uno.
(Lena)
Estoy totalmente de acuerdo contigo Lena. El otro día tomando un café con una amiga lo comentábamos. La gente que viene a Alemania viene con una idea muy feliz y las cosas aquí no son tan sencillas ni mucho menos. Lo primero es el idioma, el cual de por sí ya es difícil, y el cual la mayoría de los que vienen ni siquiera saber decir una palabra. Las condiciones de trabajo son bastantes malas en muchos casos, sí que es verdad que a veces hay ofertas muy interesantes, pero ya hay parados en Alemania suficientes como para que también sean capaces de soportar los del resto de Unión Europea. Debemos abrir los ojos y darnos cuenta que esta situación no ayuda a nadie.
ResponderEliminarY como tú has dicho, el irse al un país, en mi caso por un año y con una beca, no es algo fácil y hay que meditarlo mucho antes de hacerlo, no ir a la buena ventura.
Esperemos que lleguemos pronto a la normalización y se pase esta crisis.
Un saludo y enhorabuena por el blog, lo leo siempre que tengo algo de tiempo.
(Aida)
Gracias Aida - por el comentario y por la viñeta.
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